
5 señales de que tu collarín necesita reemplazo
El collarín de embrague es una pieza clave para el funcionamiento suave de tu transmisión. Con el tiempo se desgasta y, si no se sustituye a tiempo, puede causar daños costosos en otras partes del sistema. A continuación, te explicamos las cinco señales más comunes que indican que ha llegado la hora de cambiarlo.
1. Ruidos agudos al pisar el pedal
Un chirrido o zumbido que surge cada vez que presionas el pedal del embrague suele ser el indicio más claro de que el rodamiento interno del collarín ha perdido lubricación o presenta desgaste excesivo.
2. Vibraciones en el pedal
Si sientes temblores o pulsaciones en el pedal al acoplar o desacoplar el embrague, el collarín podría estar deformado o con juego interno, afectando la alineación del plato de presión.
3. Dificultad para cambiar de velocidad
Un collarín defectuoso no permite un desacoplamiento completo del embrague, provocando que las marchas “rasquen” o directamente no entren, sobre todo en frío.
4. Pérdida de presión hidráulica
En sistemas hidráulicos, fugas de fluido alrededor del cilindro esclavo integrado al collarín reducen la presión y obligan a bombear más veces el pedal para lograr la misma respuesta.
5. Olor a embrague quemado
Si percibes un olor a quemado tras maniobras de arranque en pendiente o en tráfico pesado, es posible que el collarín esté provocando un rozamiento constante sobre el disco de embrague, acelerando su desgaste.
¿Detectaste alguno de estos síntomas? No arriesgues tu operación: reemplaza el collarín a tiempo y evita reparaciones mayores.
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